viernes, 4 de diciembre de 2009

Dersu Uzala



1. En la primera entrevista que mantiene Dersu con el capitán Arséniev, a la pregunta de uno de los soldados ¿Tú qué eres, chino, coreano?(10:02), nuestro protagonista contesta: Sólo soy gold […] Yo todo el tiempo estoy cazando, porque ese es mi trabajo. Es decir, Dersu pertenece al grupo étnico minoritario de los nanai que habitan en la zona de Siberia (Rusia).
Suponemos, por tanto, que Dersu comparte las costumbres y los rasgos físicos de la sociedad hezhen o nanai: la vida nómada, la caza, la pesca, el chamanismo. De recia complexión, pequeño, pero robusto, el cuerpo de Dersu está adaptado perfectamente a las duras condiciones climatológicas del medio donde habita: la taiga.
Cazador nómada, el rasgo más sobresaliente de la mentalidad de Dersu es su vivo sentimiento de la naturaleza que le hacer dotar de espíritu todo cuanto le rodea. La palabra que utiliza al respecto es gente. Con ella quiere significar justamente la vida que alienta en cada elemento de la naturaleza. Algunos ejemplos: Capitán, el sol es gente, gente muy importante. Si el sol muere, todos mueren (22:32-22:41). El fuego es gente, grita […] Mira el agua, también es gente […] El fuego, el agua y el viento son gente muy fuerte (23:11-23:51).
El hombre, como un ser más de la naturaleza, también es gente. Así habla Dersu, por ejemplo, cuando se presenta por primera vez ante el capitán: No disparéis. Yo soy gente (7:49-7:52). Pero la gente puede ser buena o mala. Como los hombres que matan y roban. Como el tigre cuando se muestra en su terrible ferocidad. Todo el universo de Dersu se reduce, pues, a la acción benéfica o maléfica de los seres que habitan el bosque, sin excluir al hombre. Sobre su personalidad lo mejor es citar la breve semblanza que de él hace el capitán tras conocerle: Dersu me fascinaba. Tenía un instinto increíblemente desarrollado, fruto de su vida en la taiga. Además, tenía un alma grande y limpia. Se preocupó por alguien que no conocía y que quizá nunca conocería (19:47-20:10).
El capitán Arséniev es un militar que se dedica con su destacamento a hacer estudios topográficos de la región del Ussiriisk en la Rusia oriental. Residente en la ciudad de Jabárovsk, el capitán comparte, en principio, los rasgos físicos de los pueblos de la raza báltica o eslava. En posesión de cierta cultura científica, pude afirmarse verosímilmente que el capitán representa los valores racionales de la civilización occidental. Su relación con la taiga es, pues, lo más opuesta que pueda imaginarse a la de su amigo Dersu. Encargado de cartografiar la zona que atraviesa, su conocimiento del medio se sitúa en las antípodas del saber chamanístico de Dersu.
Mientras que Dersu es un cazador que habita en la taiga, el capitán es un soldado con vocación científica. Si Dersu es un primitivo en el siglo XX, el capitán es un hombre civilizado que se adentra en lo desconocido. Todo hace pensar, pues, dado el antagonismo de las noosferas de uno y otro, en la imposibilidad de un encuentro entre Dersu y el capitán Arséniev. Sin embargo, ese encuentro se produce, pues Dersu Uzala es también la historia de una amistad, la maravillosa amistad de dos hombres distintos, pero que acaban siendo profundamente hermanos.
2.
Más que de la magia, algunas características del mito quedan reflejadas en el pensamiento de Dersu. Así, por ejemplo, vemos cómo muchas de sus explicaciones de la vida en la taiga incluyen a dioses y seres imaginarios, más concretamente, espíritus, que van, desde el espíritu del bosque, a los espíritus del sol, la luna, las montañas, el agua y los árboles. Desde este punto de vista, puede afirmarse que Dersu participa de la religión chamanística de la sociedad a la que pertenece. Como dijimos, el término que utiliza el cazador de la taiga para referirse a todos estos espíritus es el de gente.
Veamos algunos ejemplos. Cuando Dersu dispara sobre un tigre no puede evitar la sensación de haber atentado contra el espíritu del bosque. Tras disparar exclama: ¡No! ¿Qué te he hecho, amba? Te he matado. El capitán trata de calmarlo diciendo: El tigre se ha escapado, Dersu. Pero la creencia del cazador se resiste a que pueda ser contrastada por el pensamiento crítico del capitán: No, amba siempre corre. Hasta que cae muerto. Dersu está muy asustado. El capitán pregunta entonces: ¿Por qué, Dersu? ¿Qué puede hacerte un tigre muerto? La respuesta de Dersu no deja lugar a dudas sobre el carácter de su pensamiento arcaico: Ganga enviará otro amba. La voz en off del capitán nos explica el significado de la palabra y a su vez el núcleo del pensamiento mítico de Dersu: Ganga era el espíritu del bosque. Los gold lo veneran (1:41:58-1:42:35).
Finalmente, cuando Dersu, en su declive físico, cree que el tigre al que disparó ha venido realmente a matarlo durante la noche exclama: Amba ha venido a matarme […] Ganga no quiere que Dersu viva en la taiga, ha enviado a amba. En la que es, sin duda, la intervención más significativa desde el punto de vista de su supuesto pensamiento racional, el capitán dice al espectador en una escena memorable: Quizá lo que Dersu llamaba amba fuese el fantasma del miedo ante la taiga. El fantasma que imaginaba la mente enferma de un pobre viejo (1:54:55-1:56:01). En estas lacónicas, pero elocuentes palabras, puede apreciarse cómo la explicación causal del capitán excluye toda finalidad o intención para dar cuenta del mal de su amigo.
Sin presuponer aquí que el pensamiento mítico es inferior al racional y sin caer en la prejuiciada distinción entre culturas bárbaras y culturas civilizadas, podemos señalar algunas características del mito a partir de las escenas anteriormente citadas. El pensamiento mítico de Dersu, por ejemplo, es una explicación finalista donde los fenómenos naturales actúan de acuerdo con intenciones. Así, si el hombre mata un tigre es de prever que esta acción tendrá una repercusión sobre su integridad física y moral. El espíritu del bosque actúa, pues, de acuerdo con una finalidad: restablecer el equilibrio natural que el hombre ha violado. Esto se ve claramente, por poner otro ejemplo, en la escena en la que uno de los soldados le pregunta al cazador qué es el sol tras dejar de llover y el anciano responde: ¿Y quién no lo sabe? El sol es nuestro padre, pero a veces nos portamos mal y llora (21:50-22:05). Para este tipo de pensamiento no hay acción que no tenga algún tipo de influencia sobre las demás partes de la naturaleza. No menos que el pensamiento racional, el mito introduce orden en el mundo destacando el carácter previsible de los acontecimientos tanto si realizamos como si dejamos de realizar determinadas acciones.
3.
Las diferencias entre el pensamiento arcaico de Dersu y el pensamiento racional del capitán han quedado ya perfiladas en los apartados anteriores. Nos limitaremos aquí a comentarlas con algo más de detenimiento.El conocimiento que tiene Dersu de la naturaleza es un conocimiento directo, es decir, basado completamente en el testimonio de sus sentidos. Por el contrario, el conocimiento que tiene el capitán del mismo medio se halla mediado por artefactos o artilugios de medida. El capitán mide, Dersu sabe.
El conocimiento directo que tiene Dersu de las cosas no se limita, sin embargo, a observaciones accidentales en el tiempo y en el espacio, sino que es capaz de realizar inferencias a partir de lo observado. Así, por ejemplo, cuando ve unas huellas sabe por su forma a qué clase de gente pertenecen. Ahí hay huellas. Hace dos o tres días pasó gente. La lluvia lo ha borrado, pero estoy seguro de que era chino. Y ante la risa de desconcierto (la risa del ignorante) de todos añade: Tenéis mucho que aprender. Veis esa marca de ahí. Es de una sandalia china. Mirad, es redonda. La conclusión de Dersu sobre la ceguera de sus acompañantes nos da una pista sobre las diferencias entre uno y otros a la hora de desenvolverse en la naturaleza: Vosotros sois como unos niños, miráis, pero no veis. Si vivieseis en la taiga, todos moriríais (15:25-15:57).
Con no menos lógica que el pensamiento racional, Dersu realiza razonamientos sencillos en relación con su hábitat que manifiestan su gran adaptación al mismo. El pensamiento arcaico de Dersu es capaz, por tanto, de realizar predicciones perfectamente ajustadas al medio que mejor conoce. En este sentido, podemos afirmar sin exagerar que el conocimiento que tiene el cazador de la naturaleza es más “científico” que el del capitán, pues si bien éste es capaz de cartografiar la zona que atraviesa, no tendría la más mínima posibilidad de sobrevivir en determinadas situaciones límite. Y la ciencia o facilita la supervivencia del hombre o no es ciencia. Así, pues, hemos de guardarnos muy bien, en nombre de una falsa Ilustración, de menospreciar el pensamiento arcaico en favor del pensamiento racional cuando es perfectamente demostrable la utilidad de ambos en función de la sociedad donde surgen y se desarrollan. El paso del mito al logos es, a su vez, un mito, el mito de la razón.